Espinacas con bechamel: receta deliciosa con piñones y pasas

Espinacas con bechamel: receta deliciosa con piñones y pasas

¿Sabías que las espinacas son una excelente fuente de nutrientes? En esta receta, te enseñaremos a preparar unas espinacas con bechamel acompañadas de piñones y pasas, una combinación que seguro te encantará. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo hacerlo!

Ingredientes:

• 500 gramos de espinacas frescas
• 50 gramos de piñones
• 50 gramos de pasas
• 2 cucharadas de mantequilla
• 2 cucharadas de harina
• 250 ml de leche
• Sal y pimienta al gusto
• Nuez moscada al gusto

Modo de preparación:

1. Lava las espinacas y retira los tallos.
2. En una olla grande, hierve agua con sal y cocina las espinacas durante 2 minutos. Luego, retíralas del agua y escúrrelas bien.
3. En una sartén, derrite la mantequilla a fuego medio.
4. Añade la harina y mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea.
5. Poco a poco, incorpora la leche mientras sigues mezclando para evitar grumos.
6. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada al gusto.
7. Agrega los piñones y las pasas a la bechamel y mezcla bien.
8. Añade las espinacas a la sartén y cocina a fuego medio durante unos minutos hasta que estén bien calientes.
9. Sirve las espinacas con bechamel de piñones y pasas como guarnición o como plato principal. ¡Disfruta!

Consejos útiles:

• Puedes sustituir los piñones por nueces o almendras si lo prefieres.
• Si quieres darle un toque más cremoso a la bechamel, puedes añadir queso rallado al final de la cocción.
• Acompaña este plato con unas patatas asadas o arroz blanco para una comida completa.

Valor nutricional:

Las espinacas son ricas en vitaminas A, C, E y K, así como en minerales como el hierro y el calcio. Además, los piñones y las pasas aportan grasas saludables y fibra.

Características de la receta:

• Tiempo de preparación: 15 minutos
• Tiempo de cocción: 10 minutos
• Tipo de receta: Guarnición o plato principal
• Cantidad de porciones: 4

Datos interesantes de la receta:

Las espinacas con bechamel son un plato clásico de la cocina mediterránea. Se cree que su origen se encuentra en Italia, donde era muy popular durante el Renacimiento. En la actualidad, esta receta se ha extendido por todo el mundo y es apreciada por su sabor y valor nutricional.