Deliciosas galletas de mantequilla con canela para disfrutar

Deliciosas galletas de mantequilla con canela para disfrutar

Ingredientes:

• 250g de mantequilla sin sal
• 200g de azúcar blanca
• 2 huevos
• 400g de harina de trigo
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 1 pizca de sal

Modo de preparación paso a paso:

1. En un recipiente, batir la mantequilla y el azúcar hasta obtener una mezcla suave y esponjosa.
2. Agregar los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
3. Tamizar la harina, la canela y la sal, y agregar gradualmente a la mezcla anterior. Mezclar hasta obtener una masa homogénea.
4. Envolver la masa en papel film y refrigerar durante al menos 1 hora.
5. Preparar una bandeja de horno con papel encerado.
6. Tomar porciones de masa y formar pequeñas bolitas. Colocarlas en la bandeja, dejando suficiente espacio entre cada galleta.
7. Aplastar ligeramente cada bolita con un tenedor, formando un patrón decorativo.
8. Hornear a 180°C durante 10-12 minutos, o hasta que las galletas estén doradas en los bordes.
9. Dejar enfriar antes de servir.

Consejos útiles:

• Si quieres que las galletas tengan un sabor más intenso a canela, puedes aumentar la cantidad según tu preferencia.
• Para un resultado más crujiente, puedes dejar las galletas un poco más en el horno.
• Si no tienes papel encerado, puedes usar una lámina de silicona para evitar que las galletas se peguen a la bandeja.

Valor nutricional (por porción de 1 galleta):

• Calorías: 120
• Grasas: 7g
• Carbohidratos: 13g
• Proteínas: 1g
• Azúcares: 6g
• Fibra: 0g

Características de la receta:

• Tiempo de preparación: 15 minutos
• Tiempo de cocción: 10-12 minutos
• Tipo de receta: Postre
• Cantidad de porciones: Aproximadamente 24 galletas

Datos interesantes de la receta:

Las galletas de mantequilla con canela son un clásico en la repostería, apreciadas en muchos países alrededor del mundo. Su origen se remonta a la antigua Roma, donde se preparaban galletas similares utilizando miel en lugar de azúcar. Con el tiempo, la receta evolucionó y se popularizó en Europa durante la Edad Media.

Hoy en día, estas deliciosas galletas son ideales para disfrutar en cualquier momento del día, ya sea acompañadas de una taza de té o como postre después de una comida. Su aroma a canela y su textura crujiente las convierten en un verdadero placer para el paladar.