Cómo hacer chips de papas: receta fácil y deliciosa

¿Te encantan los snacks salados? Entonces, ¡no te puedes perder esta receta fácil y deliciosa de chips de papas! Sorprende a tu familia y amigos con este aperitivo crujiente y lleno de sabor. Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo.

Ingredientes:

• 4 papas medianas
• Aceite de oliva
• Sal gruesa

Modo de preparación paso a paso:

1. Pela las papas y lávalas bien.
2. Corta las papas en rodajas finas con un cuchillo o una mandolina.
3. Coloca las rodajas de papas en un bol y añade aceite de oliva suficiente para cubrir las papas. Remueve bien.
4. Coloca las rodajas de papas en una bandeja para horno, asegurándote de que no se superpongan.
5. Salpica las papas con sal gruesa al gusto.
6. Hornea las papas a 200 °C durante 15-20 minutos, hasta que estén doradas y crujientes.
7. Saca las papas del horno y déjalas enfriar antes de servir.

Consejos útiles:

• Si quieres que tus chips de papas sean más saludables, puedes usar aceite de coco en lugar de aceite de oliva.
• Para que las papas queden más crujientes, asegúrate de que estén bien secas antes de añadirles el aceite.
• Puedes añadir tus condimentos favoritos a las papas antes de hornearlas, como pimentón, ajo en polvo o romero.

Valor nutricional:

Por porción (100 g):

• Calorías: 536
• Grasas: 33 g
• Carbohidratos: 55 g
• Proteínas: 5 g
• Fibra: 5 g

Características de la receta:

• Tiempo de preparación: 15 minutos
• Tiempo de cocción: 15-20 minutos
• Tipo de receta: Aperitivo
• Cantidad de porciones: 4

Datos interesantes de la receta:

Los chips de papas son un aperitivo muy popular en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos y Reino Unido. Se dice que fueron inventados en 1853 por el chef George Crum en Saratoga Springs, Nueva York. Según la leyenda, Crum estaba harto de un cliente que se quejaba de que las papas fritas que le servía eran demasiado gruesas, así que decidió cortarlas en rodajas muy finas y freírlas hasta que quedaran crujientes. El resultado fue un éxito rotundo y los chips de papas se convirtieron en un clásico de la gastronomía estadounidense.