Ajoblanco sin pan: la receta perfecta para disfrutar sin gluten

Ajoblanco sin pan: la receta perfecta para disfrutar sin gluten

¡Descubre cómo preparar un delicioso ajoblanco sin pan! Esta versión sin gluten de la clásica sopa fría andaluza te permitirá disfrutar de su sabor refrescante y nutritivo sin preocupaciones. Sigue leyendo para conocer los pasos y los ingredientes necesarios.

Ingredientes:

• 200 gramos de almendras crudas
• 2 dientes de ajo
• 1/2 pepino
• 1/2 litro de agua
• 3 cucharadas de vinagre de vino blanco
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal al gusto

Modo de preparación:

1. En un recipiente, coloca las almendras crudas y cúbrelo con agua. Déjalas en remojo durante al menos 4 horas.
2. Una vez remojadas, escurre las almendras y colócalas en el vaso de una batidora junto con los dientes de ajo pelados, el medio pepino pelado y troceado, el agua, el vinagre de vino blanco y una pizca de sal.
3. Tritura todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
4. Añade aceite de oliva virgen extra poco a poco mientras sigues batiendo hasta que la mezcla adquiera una textura suave y emulsionada.
5. Prueba y ajusta la sal si es necesario.
6. Refrigera durante al menos 1 hora antes de servir para que adquiera mayor frescura.
7. Sirve el ajoblanco sin pan en cuencos individuales y decora con unas almendras picadas y un chorrito de aceite de oliva.

Consejos útiles:

• Puedes sustituir el agua por leche de almendras si lo prefieres.
• Acompaña el ajoblanco con uvas o trozos de melón para darle un toque dulce y refrescante.
• Si quieres una textura más suave, puedes colar el ajoblanco antes de refrigerarlo.

Valor nutricional por porción:

• Calorías: 250
• Grasas: 20g
• Proteínas: 8g
• Carbohidratos: 10g
• Fibra: 4g

Características de la receta:

• Tiempo de preparación: 15 minutos (más 4 horas de remojo de las almendras)
• Tiempo de refrigeración: 1 hora
• Tipo de receta: Sopa fría
• Cantidad de porciones: 4

Datos interesantes:

El ajoblanco es una receta tradicional de la gastronomía andaluza, especialmente popular en las provincias de Málaga y Granada. Se cree que tiene origen árabe y se ha consumido en la región desde tiempos remotos. Esta versión sin pan es perfecta para aquellos que siguen una dieta sin gluten o simplemente desean probar una variante más ligera y saludable.