Coliflor gratinada con queso: una receta deliciosa y saludable

Coliflor gratinada con queso: una receta deliciosa y saludable

¿Te gustaría aprender a preparar una deliciosa y saludable coliflor gratinada con queso? ¡Sigue leyendo y descubre cómo!

Ingredientes:

• 1 coliflor grande
• 200 gramos de queso rallado
• 2 cucharadas de mantequilla
• 2 cucharadas de harina
• 2 tazas de leche
• Sal y pimienta al gusto

Modo de preparación:

1. Cocina la coliflor en agua con sal durante 10 minutos o hasta que esté tierna.
2. Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio y agrega la harina, revolviendo constantemente hasta obtener una mezcla homogénea.
3. Añade la leche poco a poco, sin dejar de revolver, hasta obtener una salsa espesa.
4. Retira la salsa del fuego y agrega la mitad del queso rallado, mezclando bien.
5. Coloca la coliflor cocida en una fuente para horno y vierte la salsa por encima.
6. Espolvorea el queso rallado restante sobre la coliflor y la salsa.
7. Gratina en el horno precalentado a 200°C durante 15-20 minutos o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
8. Sirve caliente y disfruta de esta deliciosa coliflor gratinada con queso.

Consejos útiles:

Para darle un toque extra de sabor, puedes agregar especias como nuez moscada o pimentón ahumado a la salsa de queso. También puedes añadir trozos de bacon o jamón serrano antes de gratinar para obtener un contraste de texturas.

Valor nutricional:

Esta receta de coliflor gratinada con queso es baja en calorías y una excelente fuente de vitaminas y minerales. La coliflor es rica en vitamina C, vitamina K, ácido fólico y fibra. El queso aporta calcio y proteínas. Recuerda moderar el consumo de grasas al elegir el tipo de queso.

Características de la receta:

• Tiempo de preparación: 15 minutos
• Tiempo de cocción: 20 minutos
• Tipo de receta: Guarnición
• Cantidad de porciones: 4

Datos interesantes de la receta:

La coliflor gratinada con queso es un plato originario de la cocina francesa, específicamente de la región de Saboya. Esta receta se popularizó en el siglo XVIII y desde entonces ha sido adoptada en diversas culturas culinarias. Su combinación de sabores suaves y texturas cremosas la convierte en una opción perfecta para acompañar carnes, aves o simplemente como un plato vegetariano.