Delicioso bizcochuelo sin azúcar: receta fácil y saludable
¿Estás buscando una receta fácil y saludable de bizcochuelo sin azúcar? ¡Tenemos la solución perfecta para ti! Sigue leyendo para conocer todos los detalles.
Ingredientes:
- 4 huevos
- 1 taza de harina integral
- 1 taza de edulcorante natural
- 1/2 taza de aceite de coco
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Modo de preparación:
- En un bol, bate los huevos hasta que estén espumosos.
- Agrega el edulcorante natural y sigue batiendo hasta que se integre bien.
- Añade la harina integral, el aceite de coco, el polvo de hornear y la esencia de vainilla y mezcla todo con una espátula hasta que la masa esté homogénea.
- Vierte la mezcla en un molde previamente engrasado y enharinado.
- Hornea a 180°C durante 30 minutos o hasta que esté dorado y al insertar un palillo salga limpio.
- Deja enfriar antes de servir.
Consejos útiles:
- Si quieres darle un toque diferente al bizcochuelo, puedes añadirle frutas frescas o secas, como manzanas, peras, arándanos o pasas.
- Si no tienes edulcorante natural a mano, puedes reemplazarlo por azúcar mascabado o miel de abeja.
- Para que el bizcochuelo quede más esponjoso, separa las claras de las yemas y bate estas últimas con el edulcorante y el aceite de coco. Luego, monta las claras a punto de nieve y agrégalas a la mezcla con movimientos envolventes.
Valor nutricional:
Cada porción de este bizcochuelo sin azúcar (calculado para 8 porciones) tiene aproximadamente:
- Calorías: 200
- Proteínas: 6 gramos
- Grasas: 15 gramos
- Carbohidratos: 17 gramos
- Fibra: 2 gramos
- Azúcares: 0 gramos
Características de la receta:
- Tiempo de preparación: 10 minutos
- Tiempo de cocción: 30 minutos
- Tipo de receta: postre
- Cantidad de porciones: 8
Datos interesantes:
El bizcochuelo es un postre tradicional de muchos países, como Argentina, España y México. Se cree que su origen se remonta a la época romana, cuando se elaboraba un pan dulce con huevos y miel. Con el tiempo, la receta fue evolucionando hasta convertirse en el bizcochuelo tal como lo conocemos hoy en día.
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