Deliciosa tarta Sacher de Viena: un placer irresistible
¿Alguna vez has probado la deliciosa tarta Sacher de Viena? Si aún no has tenido el placer de degustar esta maravilla de la repostería, te aseguro que te estás perdiendo de algo realmente especial. En esta receta te enseñaré cómo prepararla en casa para que puedas disfrutarla en cualquier momento.
Ingredientes:
- 200 gramos de chocolate negro
- 150 gramos de mantequilla
- 150 gramos de azúcar
- 6 huevos
- 150 gramos de harina
- 150 gramos de mermelada de albaricoque
Modo de preparación paso a paso:
- En un recipiente, derrite el chocolate junto con la mantequilla a baño maría.
- Agrega el azúcar y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
- Añade los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición.
- Incorpora la harina tamizada y mezcla hasta obtener una masa suave.
- Vierte la mezcla en un molde para tartas previamente engrasado y enharinado.
- Hornea a 180°C durante aproximadamente 40 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Deja enfriar la tarta y luego córtala por la mitad horizontalmente.
- Rellena con la mermelada de albaricoque y cubre con la otra mitad de la tarta.
- Decora la parte superior con un poco de chocolate derretido.
- Deja reposar durante unas horas antes de servir para que los sabores se integren.
Consejos útiles:
- Puedes decorar la tarta con unas rodajas de albaricoque fresco.
- Si no encuentras mermelada de albaricoque, puedes utilizar cualquier otra mermelada de frutas.
- Para obtener una textura más esponjosa, puedes agregar una pizca de levadura en polvo a la masa.
Valor nutricional:
Esta receta de tarta Sacher de Viena tiene un valor nutricional aproximado por porción:
- Calorías: 350
- Grasas: 20g
- Carbohidratos: 35g
- Proteínas: 6g
Características de la receta:
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocción: 40 minutos
- Tipo de receta: Postre
- Cantidad de porciones: 8
Datos interesantes:
La tarta Sacher es un postre icónico de la ciudad de Viena, Austria. Fue creada por Franz Sacher en 1832 para el príncipe Klemens Wenzel von Metternich. Desde entonces, se ha convertido en uno de los dulces más famosos del mundo y es considerada un símbolo de la repostería vienesa. La receta original se guarda como un tesoro en el Hotel Sacher, donde se sigue elaborando de forma artesanal.
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