Bollos de manteca: la mejor receta

Bollos de manteca: la mejor receta

¿Quieres sorprender a tus invitados con un postre delicioso? Entonces no puedes perderte esta receta de bollos de manteca, una delicia que dejará a todos con ganas de más. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo prepararlos!

Ingredientes

  • 500 gramos de harina de trigo
  • 150 gramos de manteca
  • 100 gramos de azúcar
  • 2 huevos
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 1 pizca de sal
  • Leche (cantidad necesaria)

Modo de preparación

  1. En un recipiente, mezcla la harina con la levadura y la sal.
  2. Agrega la manteca y trabaja hasta obtener una mezcla arenosa.
  3. Añade el azúcar y los huevos batidos, y mezcla bien.
  4. Incorpora leche poco a poco hasta obtener una masa suave y homogénea.
  5. Deja reposar la masa durante 30 minutos.
  6. Divide la masa en bollos del tamaño deseado y colócalos en una bandeja para horno previamente engrasada.
  7. Deja leudar durante 30 minutos más.
  8. Prepara el horno a 180 grados y hornea los bollos durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén dorados.
  9. Retira del horno y deja enfriar antes de servir.

Consejos útiles

  • Puedes agregarle pasas, nueces o frutas abrillantadas a la masa para darle un toque de sabor extra.
  • Si quieres que los bollos tengan un brillo dorado, puedes pintarlos con huevo batido antes de hornear.
  • Para que la masa leude correctamente, coloca la bandeja en un lugar cálido y sin corrientes de aire.

Valor nutricional

Por cada 100 gramos, los bollos de manteca aportan aproximadamente:

  • Calorías: 320
  • Proteínas: 5 gramos
  • Grasas: 14 gramos
  • Hidratos de carbono: 41 gramos
  • Fibra: 1 gramo
  • Azúcar: 12 gramos

Características de la receta

  • Tiempo de preparación: 1 hora
  • Tiempo de cocción: 20-25 minutos
  • Tipo de receta: Postre
  • Cantidad de porciones: 10-12

Datos interesantes

Los bollos de manteca son un postre típico de la cocina española, especialmente de la región de Castilla-La Mancha. Se suelen consumir en el desayuno o la merienda, acompañados de café o té. Su textura suave y esponjosa, junto con su sabor dulce y delicado, los hacen irresistibles para cualquier amante de los postres.

Fernando Roca
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